¿Cuál es tu actitud ante los problemas?

No pretendo sentar cátedra ni revolucionar las teorías de resolución de problemas. Pero, por simple observación propia y ajena, tengo una teoría sobre el ciclo de identificación y resolución de un problema. Dicho en plata, nuestra actitud ante los problemas.

Conviene en estas ocasiones citar a los clásicos.

 El problema no es el problema. El problema es tu actitud ante el problema (Jack Sparrow).

actitud ante los problemas

La actitud ante los problemas

Muy resumidamente, y ya digo que sin ánimo de sentar cátedra, un problema suele pasar por diferentes fases. Desde la negación y resignación, hasta el tratar de darle solución. Solo que a veces no se llega a ese punto, o la forma de resolverlo no es la adecuada.

Para ilustrarlo, pensaremos en un problema de quienes somos padres: los niños pasan demasiado tiempo delante de móviles, consolas y dispositivos electrónicos en general.

  • Negación: ¿demasiado tiempo con el móvil? ¡Qué va! ¡Al contrario! Pero si aprenden muchas cosas ¡Y la televisión es muy aburrida!
  • Resignación: la verdad es que pasan mucho tiempo, pero no se puede hacer otra cosa. Sus amigos y sus primos pasan incluso más tiempo, pero es que las cosas son así.
  • Imposición manu militari: ¡Se acabaron las tonterías! ¡A partir de ahora el móvil solo los fines de semana!
  • Imitación: ¡Os voy a apuntar a clases de coreano, con el vecino, que no pasa tanto tiempo delante de la pantallita!
  • Innovación: ¿Alguna idea?

No creo que merezca la pena ponernos a teorizar sobre la inutilidad y peligros de negar los problemas, o resignarse a vivir con ellos. No conduce a nada. A nada bueno.

La imposición rara vez funciona. Puedes enterrar un problema pero destapas otro.

La imitación o copia, bien hecha, sí puede funcionar. Adoptar correctamente las buenas prácticas que han funcionado en otros ha sido y es la base de nuestro desarrollo. Si cada uno tuviera que descubrir la solución a los problemas por su cuenta, no estaríamos donde estamos. Pero, insisto, para copiar hay que entender por qué les funciona a los demás para ver si me va a funcionar a mí.

 

No comparto la opinión de quienes hacen apología de la copia. Como criticaba en un artículo antiguo a resultas de una ponencia de Emilio Duró, copiar por copiar no basta. La forma de copiar debe adaptarse a tu problemática y realidad.

Y si copiar no funciona, tendremos que ser creativos a la hora de resolver los problemas. No es el camino más fácil pero, recuerda: el problema es la actitud ante los problemas.

Print Friendly, PDF & Email

7 comentarios

  1. Creo que el primer, paso que uno debe dar ante un problema es guardar la calma , reconocer que temores no me estan dejando ver desde otra perspectiva para encontrar las posibles soluciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.