InNoLección #3: Iridium y la telefonía móvil por satélite

Como decía el título de un culebrón que echaban por televisión en mi adolescencia, Los ricos también lloran. Llevado al mundo de los negocios, y más concretamente de la innovación, los ricos como Motorola también cometen errores en los que terminan perdiendo miles de millones de euros. En este caso, intentaremos aprender algo a partir del fracaso de Iridium, la apuesta de Motorola a finales de los 90 para dar servicios de telefonía móvil vía satélite.

La telefonía móvil a principios de los 90

A principios de los 90 los usuarios de telefonía móvil sufrían principalmente dos problemas. El primero, una baja calidad en las comunicaciones. Las conversaciones se oían con demasiada frecuencia entrecortadas, con una calidad de servicio bastante inferior a la que proporcionaba la telefonía tradicional. El servicio de telefonía móvil (y la tecnología necesaria) estaba en sus albores y las compañías que lo proporcionaban carecían de medios como para, por ejemplo, asegurar un ancho de banda adecuado a todos sus usuarios (lo que, por otro lado, hacía la transmisión de datos en la práctica imposible, teniendo que limitarse a servicios de voz).

En segundo lugar estaba el problema de la itinerancia (roaming): la mayoría de los usuarios querían el teléfono móvil para negocios, y desplazarse de una ciudad o país a otro podía ser una quimera por falta de cobertura y/o acuerdos entre las compañías que proporcionaban el servicio.

Parecía pues terreno abonado para la telefonía móvil por satélite. Mientras la telefonía móvil celular (la que usamos la mayor parte de las personas) utiliza infraestructura en tierra, el uso de satélites permite un ancho de banda suficientemente bueno como para ofrecer comunicaciones de calidad y, más importante si cabe, asegurar cobertura mundial. Al realizar una llamada, la petición la recibe alguno de los satélites de la constelación, quien asegura una comunicación exitosa con otro interlocutor móvil (o transfiriéndola a la red fija, si el destinatario de la llamada es un fijo).

Algunos derechos reservados por cliff1066™ (Flickr)
Algunos derechos reservados por cliff1066™ (Flickr)

Iridium

Iridium es una constelación de 66 satélites de comunicaciones que giran alrededor de la Tierra en 6 órbitas (llamadas bajas, o LEO) de 11 satélites equidistantes entre sí. Los satélites tardan 100 minutos en dar la vuelta al mundo de polo a polo. La constelación Iridium fue diseñada por Motorola, quien además realizó una fuerte inversión financiera en la compañía llamada a dar el servicio, Iridium SSC, para aprovechar la oportunidad creada por la telefonía móvil celular (basada en tierra).

Cinco mil millones de dólares invertidos en una compañía que quebró financieramente tan sólo nueve meses más tarde de empezar a dar el servicio.

Las causas del fracaso de Iridium

El caso de Iridium está ampliamente estudiado y aunque, como todo, está sujeto a opiniones, sí hay acuerdo en que el motivo del fracaso se debió a los siguiente hechos:

  • Coste excesivamente caro del servicio, tanto del terminal (teléfono) como de la cuota. La inversión que fue necesaria para proporcionar el servicio fue demasiado elevada, lo que se tradujo en costes elevados de los terminales y precios altos de suscripción, comparados con la telefonía celular. En el dilema calidad o precio, los usuarios se inclinaron hacia la solución más barata, la celular. Simplemente, el coste extra no les compensaba.
  • Los terminales de Iridium eran bastante incómodos de manejar, por ejemplo, por su tamaño, y no funcionaban bien dentro de edificios. Es decir, un problema de usabilidad y limitaciones serias del servicio.

Teléfono Iridium

  • El tiempo excesivamente largo que llevó implementar el servicio (es decir, el time-to-market) fue otro condicionante. En 1998 la tecnología celular había evolucionado ya bastante, mejorando sensiblemente la calidad de servicio. Las empresas de telefonía celular ofrecían tarifas planas. Además los problemas de itinerancia eran cada vez menores debido al incremento del número de usuarios y los acuerdos alcanzados entre compañías. Los servicios de telefonía celular se ofrecían a precios muy competitivos incluso con itinerancia, lo que echaba por tierra la ventaja competitiva a la que aspiraba Iridium. Sirva como dato que el precio de un terminal de Iridium rondaba los 3300 dólares (de finales de los 90).

Hoy en día puede parecernos estúpido invertir en un sistema con las limitaciones de usabilidad y precios que estamos hablando. Sin embargo, como hemos visto, todo apuntaba a que podía haber un buen negocio detrás. Se trató por tanto de un error estratégico, y posiblemente de gestión. Motorola no fue la única empresa en apostar por esta tecnología. Teledisc, fundada por el mismísimo Bill Gates, se creó ex-profeso para dar un servicio equivalente, y también fracasó. La caída de Iridium provocó un efecto en cascada de muchas empresas que apostaron por la misma idea.

Conclusiones

Disponer de una buena tecnología no basta. Una estructura de costes elevada, unida a la falta de una masa crítica de usuarios (como consecuencia de una posición débil en el mercado), puede llevar al fracaso. Iridium podía haber apostado por aprovechar algún nicho de mercado a un precio más reducido, pero su estructura de costes se lo impidió en la práctica.  Además se ignoró una de las cinco fuerzas del modelo de Porter, la amenaza de servicios sustitutos. En este caso, cómo evolucionaron por las mejoras en la tecnología y la masa de usuarios, durante el prolongado tiempo que requirió diseñar, implementar y desplegar el servicio de Iridium.

¿Quiere esto decir que no hay mercado para la telefonía por satélite? Sí lo hay, pero parece que restringido a algunos sectores como el de la defensa, o para comunicaciones donde la telefonía celular no puede llegar, como en el caso del sector marítimo, el aéreo, zonas en conflicto bélico o en casos de desastres naturales (como terremotos). Los atentados del 11 de Septiembre en EEUU incrementaron la necesidad en el gobierno americano de tener comunicaciones seguras, globales y de calidad para situaciones de emergencia. Parece que el mercado va más por ahí que por competir con el ciudadano medio, o incluso el mundo de los negocios.

Iridium se refundó en una nueva compañía, con nuevos inversores, que compraron la anterior a precio de saldo (25 millones de dólares, frente a los 5000 millones que costó el sistema). A los servicios actuales, planean dar uno nuevo, previsto para 2015. Veremos qué sucede.

Por lo demás, los satélites Iridium son famosos por otros motivos ajenos a su misión (como una colisión de uno de ellos con un satélite ruso). Os dejo también con una fotografía de lo que se denomina un flare de Iridium (brillo alargado en la parte superior de la foto), así como una descripción de lo que son los flares (o brillos) de Iridium y cómo fotografiarlos,

Algunos derechos reservados por -DjD- (Flickr)
Algunos derechos reservados por -DjD- (Flickr)

Referencias

Gran parte de la información contenida en este post está sacada del artículo Good Technology, Bad Management: A Case Study of the Satellite Phone Industry, de Jaejoo Lim et al.

Créditos: Fotografía del teminal de Iridium por Mark Pellegrini. Algunos derechos reservados (Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license)

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3 comentarios

  1. Excelente, me ha encantado!!!
    Por cierto, ¿con Motorola pasó algo? Tanto que leo y ya ni sé lo que leo, y como esto de los móviles evoluciona tan rápido, desaparecen unas empresas y aparecen otras.
    Saludos 🙂 🙂 🙂

    1. Gracias Carolina!

      Motorola es un gigante empresarial, y ha tenido grandes éxitos y grandes fracasos (por ejemplo, con terminales de teléfono móvil). Esto también le ha pasado a Microsoft, del que podemos hablar otro día (el caso más sonado, que no el peor, Windows Vista).

      Gracias por comentar!
      Ángel

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