No es por llevare la contraria a Emilio Duró, al que considero un gran comunicador y una persona con una claridad de ideas fuera de lo normal (independientemente de que se esté más o menos de acuerdo con sus ideas). Sin embargo, cada vez que alguien me cuenta que ha visto alguno de sus famosos vídeos, siempre se menciona en primer lugar aquello de que copiar al que tiene éxito.
La gente se queda con la anécdota: Duró dice que si tienes 45 años y eres virgen, debes ser realista y reconocer la situación (cierto), proponerte qué es lo que quieres hacer (cierto), copiar a aquél que triunfa (medio cierto) y no innovar, porque solo innovan los genios. Falso como un euro de cartón (en mi opinión, claro).

Obviamente resolver un problema pasa por reconocer el mismo, ser realista con la situación y establecerse unos objetivos, (qué quieres hacer). Con el copiar y el no innovar, empiezo a tener mis discrepancias. Las cosas no son tan simples. El mensaje y las formas de Duró son tan efectistas que la gente se queda con la idea pero no recapacita críticamente el mensaje que hay detrás.
Algunas breves reflexiones sobre este tema:
- En primer lugar, copiar no es fácil. Copiar, entendido como el hecho de la repetir lo que hace otro, puede ir contra nuestro propio carácter, nuestra forma de ser.
- En segundo lugar, lo que le funciona a uno no tiene por qué funcionarme a mí. El quid de la cuestión es observar a muchos, ver qué tienen en común (que les esté funcionando) y copiarlo. Claro que así es cómo surgen los océanos rojos, Cabe entonces preguntarse si se puede hacer mejor y si, gracias a ello, nos queremos y podemos diferenciar. Es decir, crear un océano azul.
- En sectores y mercados incipientes, con un número reducido de actores y una empresa pionera en el mercado, copiar al líder puede ser de nuevo delicado. Como suele decirse, el primero de los exploradores tiene el riesgo de morir atravesado por una lanza. Ser el primero tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes: eres el banco de ensayo. Y los errores estratégicos y fallos en las hipótesis quedan pronto al descubierto. Copiar puede no ser una buena idea, sino más bien esperar, observar, analizar y aprovechar la oportunidad gracias a las lecciones aprendidas que nos va a ofrecer el líder del mercado.
- A resultas de lo anterior, copiar sí, pero solo en aquellas cosas que no tengan carácter estratégico, que no supongan un factor diferenciador frente al resto del mercado en el que opero (tu core business, dicho en fino).
Por supuesto, éste es un tema complejo que daría para muchas discusiones, pero para eso están los comentarios. Prefiero no alargarme innecesariamente pero haber, al menos, suscitado la reflexión.
Por supuesto, no puedo estar más en desacuerdo en que sólo innovan los genios. Los que seguro que no innovan son los vagos, los que se dedican a la inacción y a la burda imitación. Innovar requiere ganas, creatividad y un esfuerzo considerable. Pero todos, absolutamente todos, podemos innovar. Innovar es una cuestión de actitud (recordemos el caso de la niña que quería un caballo).
Os dejo con el vídeo de Emilio Duró para que disfrutéis de él porque, insisto, hay mucha verdad en lo que dice. Pero no dejemos que nos ciegue la forma de comunicar frente al mensaje. No hay verdades absolutas y todas deben verse en su contexto. De las pocas verdades absolutas que existen, está aquella que dice que si seguimos haciendo lo que estamos haciendo, seguiremos consiguiendo lo que estamos consiguiendo (en sus múltiples variantes de caminos, rumbos, timones, …) Por tanto, cambiar hay que cambiar. Pero no necesariamente copiar.
E, insisto, no sólo innovan los genios. Innovan los que quieren cambiar las cosas, están convencidos de sus ideas, y no decaen en sus intentos.
https://youtu.be/AU_PS1Ok4PE
¿Copiar, no copiar? ¿Innovar, no innovar? Me interesa mucho tu punto de vista. ¡Gracias por comentar!
Reblogueó esto en Cristina Guadalupe.
Hola Ángel,
igual con el concepto de innovar somos algo exigentes. Igual hacer unas grandes innovaciones es cosa de genios. Pero todos podemos innovar en cosas que estén más o menos a nuestro alcance aunque no seamos los reyes de la creatividad.
Un abrazo 🙂
Gracias Carolina,
Para innovar, el punto de partida es la curiosidad y la determinación por cambiar las cosas. Y eso, como dices, está a nuestro alcance. Por lo menos al de nuestro entorno más próximo.
¡Gracias por comentar!
8)
Al adaptar un modelo a una situación concreta, siempre surgen detalles nuevos. Es muy difícil que dos situaciones tengan los mismos detalles.
Esa es la clave Javy. Pero la gente se queda con la receta de la mera imitación, en vez de analizar por qué los demás triunfan y llevarlo al propio caso de uno mismo.
¡Gracias por comentar!
8)
No puedo estar más de acuerdo contigo Ángel. Podemos aprender a innovar. De hecho, hay quien opina que la innovación solo depende de la gente creativa, cuando la creatividad (o la genialidad) y la innovación no son para nada lo mismo.
Con esfuerzo y una buena idea, propia o ajena, se pueden hacer cosas absolutamente innovadoras, que no solo mejoren la idea original, sino de la que se pueden obtener otras encaminadas a campos diferentes.
Saludos.
Gracias Fran!
Ese es uno de los principales mensajes del blog: cualquiera puede innovar si se dan las condiciones necesarias. No hace falta ser un genio: hay que saber rodearse de la gente adecuada y tener la determinación suficiente.
¡Gracias por comentar!
8)
Hola Ángel,
es un buen debate el que introduces. Tal vez en el tema de innovacion/copia deberíamos hablar de «copia mejorada» o de Benchmark como fuentes de inspiración para innovar.
Hay muchos ejemplos de grandes empresas que han surgido mejorando lo establecido y haciendo las cosas de forma diferente. Ford, Google, Apple, Viscofan no inventaron el automóvil, los motores de búsqueda, el smartphone o la celulosa para embutidos respectivamente. Pero si consiguieron trasformar sus sectores con sus innovaciones y superar lo establecido.
No se trata de fusilar modelos de negocios o ideas al 100% Sino introducir variantes y soluciones diferentes.
Y por supuesto coincido totalmente contigo en que la innovacion esta al alcance de casi todos. No en todos los tipos pero siempre se puede innovar en procesos, marca, modelo de ingresos, distribucion, sistemas de producción etc…
Un saludo
Ramón
Hola Ramón,
En primer lugar déjame decirte que es todo un privilegio y honor que comentes en este blog. Hace tiempo que te sigo (dentro del escaso tiempo del que dispongo) y disfruto con todos tus artículos.
En lo referente a tu comentario, tienes toda la razón. Como he dicho en otros comentarios, el objetivo del artículo era doble. Por un lado, suscitar el debate sobre si se debe o no se debe copiar. Y el otro, poner en tela de juicio las formas de Emilio Duró. Tengo varios conocidos a los que les encanta ese mensaje, y que se quedan con la literalidad del mismo: copia, no innoves, … Hay que reconocer que la oratoria es excelente.
Sobre el copiar, como bien dices, y apunto en el post, se trata de «copiar mejorando». Y para ello se requiere una mentalidad abierta y analítica (el benchmarking es una herramienta excelente), valentía y creatividad.
Por supuesto se puede copiar «literalmente», pero eso no es innovación. No digo que sea bueno ni malo, pero si todo el mundo hace lo mismo …
Muchas gracias de nuevo por comentar.
Saludos
8)
Me permito compartir aquí un artículo tuyo muy interesante que he visto sobre este tema (y el benchmarking, en particular):
http://papelesdeinteligencia.com/no-mires-y-no-copies-por-que-eso-es-trampa/
Voy a romper una lanza a favor de Emilio Duró porque yo interpreto el mensaje de distinta forma. Para mí, va dirigido a quienes ingresan en una organización o a quienes trabajando duro no consiguen buenos resultados… A todos estos, Duró, les dice que en toda organización hay un fuera de serie, al que él llama BESTIA. Y nada mejor que copiar a la BESTIA para obtener buenos resultados, pero sin perder tu identidad ni tu creatividad.
¡¡Gracias a todos por vuestros enriquecedores comentarios!!. Saludos
¡ASÍ ME GUSTA! ¡QUE ME LLEVEN LA CONTRARIA! No siempre voy a tener razón en todo 🙂
Tu interpretación del discurso de Duró es correcta (supongo que es la del autor). Lo que pasa es que las palabras y la puesta en escena (cierto histrionismo) diluyen el mensaje verdadero en algo más superficial. Y esa es una de las cosas que quiero destacar en el blog. Conozco a grandes profesionales que, según he comentado con ellos en charlas de café, interpretan el mensaje de Duró en su sentido literal. Copia y no te salgas del guión.
Supongo que también hay una cierta carga de subjetivismo, y hay gente que lo entiende directamente en el sentido que dices. Me viene a la mente (aunque está un poco pillado por los pelos) eso de que hay anuncios que son tan «buenos» que te quedas con la historia que cuentan, pero no la marca que anuncian. La forma puede eclipsar el fondo, y eso es lo que debemos de tratar de evitar.
¡Gracias por comentar!
8)
Creo que no hay nada más rastrero que copiar, incluso la mejora de la copia sigue siendo rastrero y mezquino. Quien crea, pasa por muchas dificultades, pone su dinero, resuelve lo realmente difícil, y es quien no duerme pensando las soluciones. Lo digo por experiencia, ya he pasado por ello varias veces, y he tenido que parar los pies a algún «copiador».
Luego viene el listo de turno, cambia dos minucias estéticas, y a vender como que lo ha inventado él. Y encima se atreven a enseñarlo en Youtube o la TV.
El rollo de las Patentes no sirve para nada, sólo para pagar. Una vez que se ha creado el primer modelo, se pueden hacer mil variantes, con pequeñas modificaciones que ya no son denunciables.
Lo que dice ese señor, más vale que no se lo diga a la cara a los inventores, por lo menos a mí, que ya estoy cansado de jetas.