Está circulando la siguiente noticia sobre una chica de 15 años, Regina, que quería un caballo de carreras. Ante la negativa de sus padres, granjeros, Regina consiguió entrenar a una vaca, Luna, para que hiciera el papel del añorado caballo. El resultado, en el vídeo más abajo.
[youtube=http://youtu.be/MU-czY-ygeg]
Muchas veces las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos. Sí, es verdad que una vaca no es lo mismo que un caballo, y que incluso parece que el pobre animal está teniendo una pequeña (o gran) crisis de identidad. Pero no es menos cierto que el tesón y el deseo de la niña de convertirse en toda una amazona ha podido con esas «pequeñas» limitaciones y el resultado es, cuando menos, sorprendente.
Lo cual me recuerda cuántas cosas no acometemos simplemente por el hecho de «no tengo dinero», o «no tengo los medios», o … Todos, de niños, hemos buscado soluciones ingeniosas para sacar nuestros deseos adelante. Desde puestos callejeros para vender cosas, a modo de rastrillos, o limonada (muy americano esto último, pero yo lo he visto en Madrid), sorteos, … ¿Cuando perdemos esas capacidad? Ni idea, pero está claro que Regina ha dado otra vuelta de tuerca al empeño de conseguir las cosas.
Estamos demasiado mal acostumbrados. Cuando yo era niño tener un balón de fútbol era normal, pero en tiempos de mis padres era un auténtico lujo y te convertía en el rey de la cuadrilla. Hoy en día, con todos los dispositivos electrónicos como tablets y smartphones, estamos dejando de incentivar la imaginación y la creatividad. O quizá no. Quizá solo estamos perdiendo en la capacidad de resolver problemas, por el fácil acceso que tenemos a muchas cosas. Ya hablé sobre esto en otra entrada de mi otro blog. Lo que es seguro es que la mayoría de los niños de hoy en día no se hacen ya sus juguetes.
Sea como fuere, hay muchas formas de conseguir esos recursos que necesitamos. La manera más sencilla es, evidentemente, ahorrar, que viene a significar dejar de malgastar nuestro tiempo y dinero en aquello que no produce ningún beneficio (o escaso) y dedicarlo a nuestro nuevo «proyecto», optimizando los procedimientos.

Me viene a la mente el ejercicio de pensamiento lateral, perfectamente explicado en el blog de El Laboratorio de las TI, sobre cómo conseguir 600€ en solo 2 horas, empezando con 10€. Lectura obligada. Por cierto, que creo que les estoy haciendo la competencia (sana) a Julián y Pablo y sus vídeos del viernes :D, también imprescindibles.
Puede parecer cómico, pero es más bien para recapacitar. No pongas como escusa la falta de tiempo, o de dinero. Seguro que, si realmente quieres sacar algo adelante, encontrarás los medios.
Ya lo decían el clásico y la sabiduría popular:
‘Quien sí quiere hacer algo busca recursos; quien no, busca excusas’.
¡Muy bueno!
Lo copio y lo tuiteo.
Gracias!
Buenos días Ángel,
la verdad es que cuando leo cosas similares a esto que has escrito lo primero que me viene a la cabeza es el emprendimiento. Igual no has querido referirte a esto. Si se quiere emprender, algo de dinero siempre hay que tener, y lo digo porque me estoy asesorando sobre esto.
Si se trata de otras cosas, no es tampoco fácil, porque lo que se necesitan son ideas, creatividad. La chica del vídeo a falta de caballo usó una vaca. A mí eso ni se me hubiese ocurrido. Por eso es que, me parece que gente con ideas digamos geniales creo que no hay demasiada. Lo normal cuando vemos limitaciones es bloquearnos, no por pesimismo, sino por falta de ideas.
Buen fin de semana!!
Gracias Carolina.
Sí, el emprendimiento es un caso claro de lo que estamos hablando. No solo no se emprende por miedo, sino por falta de recursos. Sin embargo siempre (o casi siempre) hay una solución. La cuestión es adaptarse a lo que uno tiene y sacar lo mejor de ello.
Esto no quiere decir que todo el mundo tenga que emprender. Simplemente es que, si quieres hacerlo, no debe ponerse uno mismo las barreras sino tirar para delante y buscar soluciones imaginativas a los problemas que se plantean.
¡Muchas gracias por comentar!
Ángel
Buenas tardes,Ángel.Un vídeo impresionante que tiene tantas interpretaciones como personas lo vean y recapaciten sobre ello. A mi me ha parecido que esta niña alemana,parece que está en los genes, ha dado una lección de la utilización de recursos a tu alcance,trabajar con ellos y llevarlos a su máxima expresión haciendo que una vaca (recurso) consiga un objetivo: ser un «caballo». Y lo más importante: imaginaros a esta niña siendo observada por su comunidad,mirándola como un bicho raro y seguro que más de uno pensando: esta a donde va.
Y ella siguió su objetivo marcado hasta conseguirlo,porque las personas que tienen un sueño y creen en él es muy difícil detenerlas.
Un saludo
Gracias Santos!
Justamente acabo de ver una frase en LinkedIn muy relevante a lo que comentas:
Entre «querer» y «conseguir» hay una palabra llamada ESFUERZO.
E imaginación y falta de miedo, añadiría yo.
Saludos,
Ángel
El concepto de escasez, en economía, no designa la falta absoluta de un bien, sino la relativa insuficiencia del mismo con respecto a las necesidades, deseos o requerimientos de los consumidores. Un bien escaso, por lo tanto, es aquel cuya abundancia o disponibilidad es limitada. No existe escasez de aire, por ejemplo, puesto que este bien está disponible en forma irrestricta para sus consumidores, llamándoselo por lo tanto un bien libre. En cambio, todos los bienes y servicios que se comercian por un precio son bienes escasos, pues ellos se ofrecen en cantidades más o menos restringidas. Puede darse el caso de que haya pocos bienes de una cierta clase y que, sin embargo, no se los considere escasos desde el punto de vista económico: una piedra que no posea utilidad para la construcción y que no sea valorada por sus características estéticas u ornamentales, no es un bien económico pues no existe demanda para ella, por más que sea única en su especie y por lo tanto «escasa» en el sentido vulgar del término. El caso contrario también es frecuente: un recurso como el agua potable, aparentemente «abundante» en muchas regiones, debe considerarse sin embargo como un bien económico escaso pues, aunque fácil de obtener, no es sin embargo ilimitado.
La inmensa mayoría de los bienes son escasos debido a que, en cualquier momento dado, la oferta de materias primas, maquinaria, tierra, o trabajo necesarios para crearlos, resultan también escasa. De allí que uno de los problemas centrales de la economía sea estudiar las formas en que las diversas sociedades asignan los recursos escasos existentes a los infinitos fines posibles, pues producir más cantidad de un bien o servicio implica, necesariamente, que se produzca menos cantidad de otros. Este problema, que en las sociedades modernas se refiere en gran parte al respectivo papel que asumen tanto el mercado como el sector estatal, ha dado lugar a un amplio debate entre los partidarios de la planificación y los de la economía libre.
Como usted bien sabrá, el tiempo, en economía, se considera como un recurso escaso que posee singular interés: la producción de bienes y servicios involucra, en todos los casos, el uso del tiempo y, como en el caso de cualquier otro factor productivo, éste puede destinarse siempre a usos alternativos que habrá que considerar antes de tomar una decisión.
La toma de decisiones es algo realmente importante a lo cual no debe ponerse excusas.
Afectadísimamente suyo.
El gran duque de Alba