De unos meses a esta parte me llegan notificaciones por correo de contactos (principalmente LinkedIn) que me invitan a unirme y estar en contacto con ellos en dos redes profesionales de reciente aparición: Opportunity y Branded.me. Aparentemente (y subrayo aparentemente) se trata de redes sociales profesionales que pretenden competir con LinkedIn. Agradeciendo la invitación (aunque, como veremos, habría que ver si es voluntaria o no), y salvo que cambien mucho las cosas, me temo que no atenderé esas solicitudes. La razón es muy sencilla: ignoro completamente cuál es la propuesta de valor de ambas redes. O, mejor dicho, no se han tomado la molestia de explicármelo en la multitud de correos que recibo regularmente.
LinkedIn, con sus cosas buenas y malas, es la red profesional por excelencia. ¿Qué beneficios pueden aportarme esas redes, qué elemento diferenciador que no tenga en LinkedIn? Sinceramente, puede que lo haya, pero no lo veo. Y no creo que tenga que ser yo quien se moleste en averiguarlo. En vez de tanto mensajito de únete a la red profesional bla bla bla, sería más positivo que me lo explicaran. Si es que realmente aportan algo diferenciador (más allá de un puñado de funcionalidades, que LinkedIn podría incorporar prácticamente de un día para otro). Repito: no se han molestado en convencerme explicando su propuesta de valor.
¿En serio tengo que ser yo quien se moleste en investigar en sitios especializados, como TechCrunch, si merece la pena o no unirse a dichas redes profesionales?
En la práctica es spam
Sí han hecho algo, en mi opinión, tremendamente contraproducente. Están bombardeando a spam aprovechándose de la buena fe de la gente. De la confianza que tenemos todos en muchos de nuestros contactos para terminar registrándonos en una plataforma que no usaremos jamás. ¿Dónde está el negocio? Posiblemente un crecimiento rápido de usuarios al principio, pero activos … Eso es otro cantar.
Y lo sé porque me pasó hace varios años. Recibí una invitación a una red social de una persona a la que tenía (y tengo) en gran estima personal y profesional. Acepté la invitación sin mirar más, y me encontré, sin quererlo ni beberlo, enviando cientos de correos de spam a todos mis contactos, solicitándoles que se unieran a la maldita red (no me preguntéis el nombre, que no lo recuerdo). Y muchos aceptaron por venir la invitación de mi parte. Y así hasta el infinito y más allá. Todo legal, eso sí. Di mi consentimiento a una frase que, releída, resultó ser bastante ambigua, y me vi molestando a la inmensa mayoría de mis contactos (que ya por entonces se contaban por cientos).
Huelga decir que me di automáticamente de baja en dicha red.
Doble error estratégico
Tanto Opportunity como Branded.me, como todos los portales y sitios de Internet que usan una misma estrategia, están pecando de un doble error estratégico:
- Salvo honrosas y contadas ocasiones, molestar a los clientes no es una buena estrategia.
- Si vas a utilizar un canal de difusión de tu producto o servicio, procura dejar clara tu propuesta de valor desde el principio.
Como oí el otro día en una charla
Lo peor que te puede pasar es tener una oportunidad para hacer el ridículo … y aprovecharla.
O aquello de que
Sólo tienes una ocasión para causar una buena primera impresión.
No explicar la propuesta de valor
La situación anteriormente citada se repite con mucha, demasiada, frecuencia. Y no sólo en términos de correos automáticos que invitan a registrarte en un portal, sino en la propia actividad comercial y de desarrollo de negocio.
Un buen comercial, un buen profesional de desarrollo de negocio, no se limita a decir «compra mis productos o hagamos negocios porque somos los más guapos». Tampoco se centra en los detalles irrelevantes. Se centra en la diferenciación, en la propuesta de valor de su empresa o proyecto. Por qué debes elegirme a mí, y no otras opciones. Qué consigues con ello, con pocos mensajes pero directos al corazón de dicha propuesta de valor. E incluso se puede (y a veces debe) explicar las limitaciones propias, como conté en el post Cuando destacar lo malo es bueno. Porque cualquiera que quiera competir con LinkedIn parte, de salida, con muchas limitaciones. Pero probablemente tenga también mucho que ofrecer.
Estoy en varias redes sociales. Hace unos meses borré mi perfil de XING, una red profesional con gran implantación en Europa y que le puede hacer cosquillas a LinkedIn. Y me borré simplemente porque no la usaba. Porque, al margen de la falta de tiempo, es preferible centrar los esfuerzos de relacionarse profesionalmente con los demás en el menor número de sitios posibles. Y XING no me ofrecía nada que no me ofreciera LinkedIn (mis contactos en XING ya lo eran en LinkedIn, por citar un ejemplo).
En definitiva, tienes muy pocas oportunidades de explicar tu propuesta de valor. Aprovéchalas. Pero no vayas una y otra vez, machaconamente, sobre la idea del porque yo lo valgo, sin más. Eso sólo le funcionó a una conocida empresa de productos para el cabello. Y ni siquiera en mi caso 🙂
Tampoco estaría de más que cada blog o web especificase con una sencilla frase qué es lo que vas a encontrar dentro.
Y, si es con cuatro palabras, entonces ya la leche 🙂
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