Post cortito.
En una entrada anterior, Constructores de piscinas, trataba sobre una situación bastante habitual. Cuando una empresa necesita hacer algo, u ofrecer un servicio, se debe plantear seriamente si la mejor opción es compra / subcontratarr dicho producto o proceder a producirlo/ofrecerlo por sí misma. Esto es lo que se denomina el proceso make-or-buy.
En dicho artículo veíamos una serie de factores que deben sopesarse de cara a tomar una decisión al respecto, siendo el coste solo uno más de ellos (y rara vez el más importante). Conozco casos de decisiones acertadas y erróneas. Y cuando las cosas han salido mal (es decir, a posteriori, resulta ser que la decisión tomada ha sido la incorrecta), no se puede criticar dicha decisión si se tomó a resultas de un análisis honesto y meditado. Ya se sabe que a toro pasado …
Sin embargo, lamentablemente, algunas decisiones de la empresa se toman sin dichos procesos de toma de decisión. Esto es lo que yo llamo el Crimen Organizado.
- Crimen, por su propia naturaleza y consecuencias
- Organizado, porque cuenta con el beneplácito de las altas esferas (léase gerencia) de la organización.
Es muy sencillo identificar situaciones de Crimen Organizado. Por ejemplo,
- Adoptar CMMI o procesos six-sigma en una organización
- No adoptar CMMI ni procesos six-sigma en una organización
No, no es un error. Tan malo es no adoptar procesos de mejora continua (e.j. CMMI) o de la calidad (e.j. six-sigma) cuando las circunstancias lo exigen, como adoptarlos cuando no es necesario. En ambos casos se incurren en ineficiencias y sobrecostes (en el sentido amplio del término) injustificados. Kaputt. C’est fini. Game over. Y, ojo, que soy de los que opinan que CMMI e innovación no están reñidos. Ambos pueden coexistir en la empresa.
La adopción de CMMI, six-sigma o gestión de calidad total (Total Quality Management) son ejemplos de decisiones estratégicas organizativas de procesos, y obviamente de negocio. Pero también tenemos ejemplos tecnológicos como cloud computing, big data y un larguísimo etcétera. Términos que están de moda (en ocasiones buzzwords, modismos), y que suelen ser la primera fuente de inspiración del Crimen Organizado. Es oirlo y querer apuntarse al carro, normalmente como estrategia propagandística y no de negocio. Recuerdo cuando el lenguaje de programación Java empezó a popularizarse, todo el mundo proclamaba que sus herramientas estaban en Java. Y a lo largo de mi vida profesional me he oido barbaridades al respecto. Ahora están de moda las aplicaciones móviles y la nube, para lo bueno y para lo malo.
Pero el Crimen Organizado bebe también de otras fuentes. Como, por ejemplo, cuando alguien se ha leído un libro, o alguien ha ido a un curso, y se empiezan a ver cambios que nadie entiende. Ir a un curso de unas horas o leer un libro es una cuestión necesaria y de higiene profesional. Te abre la mente a nuevas ideas, pero no te convierte en un experto en nada. Y menos aún para tomar decisiones estratégicas de calado.
O alguien ha leido un blog 😉
Si alguien quiere más consejos para el Crimen Organizado, Javier Megías tiene en su blog 10 prácticos consejos para hundir una start-up.¡Ojo, que el artículo tira de ironía fina!
http://javiermegias.com/blog/2012/10/hundir-startup-10-pasos-errores-emprender/