Los profesionales invisibles

Hay profesiones, trabajos, que son invisibles. Son invisibles a los ojos de los demás, pero por supuesto no a quienes las ejercen. Son invisibles por la ignorancia crónica que invade nuestra sociedad, en la que solo algunas profesiones son conocidas y reconocidas por la mayoría. Como si las demás no existieran. Como si no fueran imprescindibles.

el hombre invisible

 

Es innegable que no todos los trabajos son tan sexys como otros a ojos de la mayoría. Pero no es menos cierto que no a todo el mundo le gustan las mismas cosas, y no por eso hay que menospreciarlas. Hace muchos años, siendo profesor de bachillerato, un alumno tuvo el cuajo de preguntarme si había estudiado Física porque la nota no me llegaba para otra cosa. Por si fuera poco, añadió que por qué me dedicaba a la enseñanza; según me contó, su hermano daba clases de informática a desempleados y ganaba mucho dinero sin pegar ni golpe. Filosofía made in Spain. Bravo bravísimo (por todo). Todo esto, repito, siendo alumno mío y a la cara. ¿Qué diría u opinaría a mis espaldas? Supongo que por aquello de no discutas con un tonto me alejé discretamente a conversar con otros alumnos.

Pero no solamente es lo que has estudiado. Es lo que haces en tu día a día. Hace poco, a raíz de la noticia de que Teresa Romero había superado la enfermedad del ébola, un numeroso grupo de profesionales de la enfermería mostró su malestar en las redes sociales para reivindicar el papel de los enfermeros en la sanidad, en general, y en este caso en particular. Toda la gloria fue a parar al grupo de médicos que atendieron a Teresa. Pero, ¿y los enfermeros y enfermeras? Una ironía en toda regla, si tenemos en cuenta que la propia Teresa Romero es enfermera, y contrajo la enfermedad por atender a un paciente (y por más motivos en los que no voy a incidir aquí). Me permití dejar mi opinión al respecto en el blog Gestión de Enfermería: en definitiva, es un problema de educación.

No nos enseñan cómo funcionan las cosas. Nos enseñan los nombres de las capitales del mundo, de los afluentes de los ríos, de los músculos y huesos del cuerpo humano. Pero no nos enseñan a preguntarnos cómo funcionan las cosas. Y esa es, quizá, la cuestión más importante de todas. Sin ello, no podemos ni respetar ni comprender el trabajo de los demás, ni idear maneras de mejorar nuestro mundo (¡innovación, innovación innovación!)

El problema no solo afecta a colectivos. También a profesionales particulares. Hay mucha gente cuyo trabajo es minusvalorado simplemente porque queda diluido en el todo. Porque no se ve. Y sin embargo son, en palabras de Seth Godin, linchpins (palabra que, por cierto, soy incapaz de traducir). Un linchpin es una especie de pasador que impide que la rueda se salga del eje. Pequeño y desconocido, pero imprescindible.

Lynch-pin

Ignorar o menospreciar (o menospreciar por ignorancia) el trabajo de los demás es uno de las mayores injusticias y errores que uno puede cometer. Nos sabe a cuernos que menosprecien nuestro trabajo, pero somos nosotros mismos los que menospreciamos el trabajo de los demás.

Print Friendly, PDF & Email

14 comentarios

  1. Hasta que no nos demos cuenta de que formamos parte de un todo y que cada pieza es única, diferente y necesaria y, sobre todo, que ninguna es más importante que las otras, no avanzaremos en armonía.

  2. No sé si será casualidad, pero por lo que voy viendo, las profesiones invisibles son las que se están viendo más afectadas por la crisis.
    De una serie de personas despedidas, siempre le resulta más fácil encontrar nuevamente un empleo a los que son mandos intermedios y hacia arriba. Los que se quedan largo tiempo desempleados son los que aparentemente no han pintado nada en la empresa.
    Digo esto por lo que voy viendo.
    Un abrazo 🙂

    1. No te falta razón … No son los únicos casos, porque conozco profesionales de muy alta cualificación, cuyos trabajos pasan desapercibidos por considerarse innecesarios. Cuando realmente lo son. Pero es verdad que sucede con más frecuencia en los perfiles que comentas.

      ¡¡¡Gracias por aportar!!!

  3. En las empresas los trabajos invisibles se dan mucho.
    Viví un caso en el que al convocar para hacer una foto conmemorativa al grupo que consiguió poner en funcionamiento un proyecto, no avisaron ni a la gente de Control de Configuración ni a la de Calidad, porque , según palabras del PMO, «no son del proyecto».
    Para él, sólo contaba los equipos de ingeniería y software.
    Se desprestigió a si mismo.

    1. ¡Muy buen ejemplo, Ana!

      Efectivamente hay quien no ve parte del proyecto ni a Calidad, Configuración, Soporte, … y son trabajos totalmente necesarios y con una preparación en muchos casos altísima.

      Fotografías y comidas/cenas de proyecto son un buen detector de «trabajos invisibles» (en el sentido al que me refiero en el artículo).

      ¡Gracias por comentar!
      Ángel

  4. Desafortunadamente (hablando en la administración de proyectos) todavía ven al Líder de Proyecto como una persona que nada más trae un látigo para estar acarreando a los miembros de un equipo o un contacto más que da lata a los usuarios del cliente, se les olvida que es la persona que está al tanto que los objetivos de un proyecto sean cumplidos, que se preocupa por el desarrollo de todos y cada uno de los miembros del equipo de proyecto, que tengan los conocimientos suficientes para que elaboren sus entregables y éstos sean recibidos por los usuarios del cliente, que el Cliente, sus usuarios estén satisfechos con dichos entregables, entre otras situaciones donde el líder negocía con todos los involucrados para un desarrollo exitoso del proyecto pero parece que muchas veces es un profesionista invisible que nadie quiere ver, pero que tal cuando van las cosas mal?
    Saludos.

    1. ¡Gracias Francisco!

      Ya sostuve en otro artículo (http://elmiracielos.com/2014/03/24/jefe-de-proyecto-tu-eres-necesario/) que la figura del jefe de proyecto es absolutamente necesaria. Con todo, es bastante controvertida. Para algunos «no hace nada» (luego su labor es invisible) y para otros se adjudica demasiados méritos.

      Al final va en las personas, pero sí es verdad que existe ese factor humano de que «nuestro jefe no hace nada» lo cual, en condiciones normales, es un craso error.

      Gracias por comentar!!!!

  5. Los chicos de hoy con su capacidad de asimilación de “profesiones invisibles” que se apartan de las orientaciones reconocidas se está convirtiendo en una tendencia social, la cual la escuela y las universidades están demostrando una descontextualización y un poder de respuesta precario. Para dar respuestas, ellas deberían a través de currículos más flexibles, adaptativos y que respondan al mercado laboral de bienes y servicios. Construir programas adecuados a estas las nuevas tendencias laborales, flexibles y sujetas a cambios de pertinencia y de tendencias de mercados

    1. ¡Muchas gracias Luis!

      No puedo estar más de acuerdo contigo. Los cambios necesarios en este tema (así como en otros muchos) deben venir necesariamente desde el ámbito educativo. Hacer ver las necesidades de la sociedad y, efectivamente, diseñar curriculum más flexibles, en beneficio tanto de la sociedad como de los futuros profesionales.

      ¡Gracias por aportar!
      8)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.