Bob Esponja y tus responsabilidades en el trabajo

¿Qué tienen que ver las responsabilidades de uno en su trabajo con Bob Esponja y el oficio de salvavidas? Para contestar a esta pregunta, empecemos por Bob Esponja. Puedo parecer un poco simplista, pero en Bob Esponja siempre encuentro mucha inspiración. Ya hablamos de un episodio de la serie en uno de los artículos más visitados y celebrados del blog, Las 7 cosas que nos Enseña Bob Esponja sobre la Satisfacción del Cliente.

En uno de los episodios de la serie, Bob Esponja y su amigo Patricio deciden que quieren ser salvavidas en una playa (sí, es absurdo, viven en el fondo del mar; pero ahí reside parte del encanto de la serie; en lo absurdo). Sufren, cómo no, varias vicisitudes, como tener que salvar a alguien que se está ahogando. Y ahí Bob Esponja dice una de sus frases memorables:

Si llego a saber que el oficio de salvavidas implicaba salvar vidas, nunca lo hubiera aceptado.

La magia de esta frase, te haga gracia o no, reside en la de cosas a las que se puede aplicar en la vida. Veamos algunos ejemplos.

Bob Esponja

Jefes de proyecto

Si llego a saber que el oficio de gerente de proyecto implicaba gestionar proyectos, nunca lo hubiera aceptado.

Todos llevamos un pequeño entrenador y un político dentro. Todos sabemos cómo hacer campeón a nuestro equipo y sacar al país de una crisis (La Crisis, con mayúsculas). Y todos queremos ser jefes, porque creemos que lo único que hacen los jefes es mandar y ganar mucho dinero. Craso error.

Por la forma en que se organiza la carrera profesional en muchas culturas (al menos en la europea), los profesionales vamos progresando desde responsabilidades técnicas a la gestión, terminando en comerciales o dirección, en un terreno abonado para que florezca El Principio de Peter (pero ese es otro tema). Todos queremos lógicamente prosperar, porque creemos que el de arriba vive mejor que nosotros. Probablemente cobra más (lo cual es un buen incentivo), pero muchas veces no nos conocemos como para saber si estamos preparados o no, o incluso desconocemos, como Bob Esponja, el trabajo que nos espera.

Project Management Frustration
Foto por Sybren Stüvel (Flickr). Algunos derechos reservados

Gestionar un proyecto es algo más que mandar, que tener la sartén por el mango, que cobrar más por serlo. Ya hablaré de esto en una entrada futura, porque el tema da para largo.

Director de empresa

Si llego a saber que el oficio de director implicaba dirigir, nunca lo hubiera aceptado.

Casi lo mismo que hemos dicho para el jefe de proyecto, pero más. Si dirigir un proyecto es muchas veces un dolor de cabeza, imagínate lo que puede ser dirigir una línea de productos o proyectos, una sección, división, unidad de negocio o una empresa.

Dirigir no es mandar. De hecho el arte dirigir está en saber delegar. En saber informarse, escuchar, juzgar y tomar las decisiones adecuadas. Es saber cómo afrontar las situaciones difíciles, como cuando falta crédito o fracasa un producto. Porque a veces las cosas salen mal, y la gente se enfada y protesta.

Es ser consciente de que no solo es vender, sino capitanear una nave en la que entre tus activos (si quieres llamarlo así) hay personas. Y esas personas tienen que estar motivadas. Y cuando no lo estén, o se consideren injustamente tratadas, van a protestar. Y tendrás que gestionar su frustración, al nivel que te corresponda.

Stress Direccion
Foto por Abie Suidono (Flickr). Algunos derechos reservados

Haciendo un símil con los directores de orquesta, no es tocar ningún instrumento, pero sí asegurarse de que la orquesta no desafina, que toca en armonía, que convence a crítica y público. O que el programa para un concierto, para la temporada, es suficientemente atractivo como para atraer al mayor número de público posible. Etcétera etcétera etcétera.

Emprendimiento

Si llego a saber que el oficio de emprendedor implicaba emprender un negocio, nunca lo hubiera aceptado.

Emprender no es tener una idea y ponerse a ganar dinero. La idea puede ser la mejor del mundo, pero tendrás que sacarla adelante. Probablemente tendrás que buscar financiación. Tendrás que entender lo mínimo de asuntos legales, ffiscales y financieros. Tendrás que saber sobre cómo promocionar lo que haces. De vender. De invertir y reinvertir. De tomar decisiones sobre innovación e I+D.

Hombre orquesta emprendedor
Foto por randychiu (Flickr). Algunos derechos reservados

Hoy en día es más fácil emprender que hace un siglo, porque los medios productivos están al alcance de más gente. No necesitas grandes fábricas para hacer algo. A veces con un ordenador vale. Pero, el hecho de que seas un techie no te convierte en emprendedor de éxito.

La política

Si llego a saber que el oficio de político implicaba hacer Política, nunca lo hubiera aceptado.

Obsérvese que pongo Política con mayúsculas.

Hacer política es mucho más que estar afiliado a un partido político. Es tomar decisiones, anticipar riesgos, proponer medidas y contramedidas. Es afrontar los hechos y dar la cara, comunicar y convencer. Es ser sincero, valiente y consecuente con uno mismo.

Políticos MiedoValentía
Foto por himbeerkuss en deviantart. Algunos derechos reservados

Es saber aguantar las críticas. Es conocer a los demás. Es tener empatía. Es saber ganarse la confianza de la gente, antes, durante y después de las urnas. Es entender, enjuiciar, dejarse aconsejar, pero tener criterio propio, no ser una marioneta. Es ser un auténtico líder.

Si te vas a meter en la política, piensa seriamente en lo que conlleva, en tus responsabilidades. En las zancadillas que vas a recibir por el camino. No vale echarle siempre la culpa al otro. Las palabras pueden valerte una buena temporada, pero al final te juzgarán los hechos. Y, sí, todo eso, y más, va en el cargo.

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8 comentarios

  1. Hola Angel ;
    Es cierto que hay muchas profesiones, o vocaciones, que de saber de que se tratan en la realidad, no las hubiéramos elegido. A mi me paso al elegir la carrera que estudie. La imagen idealizada de lo que era un ingeniero no se cumplio sobre todo al principio. Y no te queda otra que ajustarte a la realidad y seguir.
    Saludos
    Ana

    1. Buena reflexión, Ana.

      Yo sin embargo tengo una visión más optimista del asunto. Suelo dar charlas en universidades sobre salidas profesionales de físicos y matemáticos, y tengo una opinión bastante bien formada sobre el tema (por supuesto, totalmente discutible).

      Por ejemplo, si me llegan a decir cuando empecé la carrera de Físicas que iba a terminar interesándome por temas de gestión e innovación, los habría tachado de locos. Y aquí estamos. La vida nos va llevando de unas cosas a otras, a veces porque las buscamos, a veces porque llegamos casi por azar y nos enganchan.

      En cualquier caso tu comentario es totalmente acertado. A la edad a la que decidimos qué estudiar, nos falta información y madurez como para saber qué es, qué nos conviene y qué futuro tiene. En cualquier caso, si al menos disfrutaste la carrera, lo puedes dar totalmente por buena. Lo que es seguro es que al menos te enseñó a pensar, que es lo que necesitas fundamentalmente en tu trabajo.

      Gracias por contribuir al debate!

  2. Coincido en tu visión sobre el asunto, sólo incluiría una matización, insistir en la necesidad del «Director de la empresa» como motivador. Aunque la motivación deberíamos traer «de fábrica», desde mi punto de vista es una de las claves principales para el éxito profesional y personal.
    Coincido con vosotros en los comentarios, Cuando tomamos la decisión de qué estudiar nos falta información, quizá la solución sería hacer como en algunos países donde antes de elegir una carrera (o hacia dónde encaminar tu vida profesional) los jóvenes pasan un año «sabático» viajando por otros países, haciendo trabajos eventuales, etc. En definitiva, informándose de la realidad del. Mundo.

    1. Totalmente de acuerdo! La motivación es fundamental. Una empresa no es fruto del trabajo de uno, sino de muchos. Y todos deben remar en la misma dirección y dandolo todo (pero no precisamente a golpe de látigo). Si te gusta el tema de la motivación, te recomiendo el libro Drive: The Surprising Truth about what motivates us (http://www.danpink.com/books/drive) y un vídeo muy bueno en http://www.youtube.com/watch?v=u6XAPnuFjJc.

      Respecto a lo del año sabático, siento discrepar. Quizá para un trabajo «no cualificado» puede valer, pero no para el resto. De salida, nadie te a a contratar sin un título y a un año vista. Las empresas prefieren empleos de larga duración, salvo para necesidades puntuales (aunque es cierto que ahora con la crisis …) Lo que hace falta quizá es mejor información en la enseñanza obligatoria y primeros cursos universitarios y la facilidad de cambiarte de una carrera a otra durante los primeros años (e.j. adaptación de planes de estudios, …)

      Gracias por contribuir al debate!

  3. Bob nos deja joyas cada día!

    Concido plenamente en que debemos saber en que consiste cada «puesto» e intentar responsabilizarse de ello y si no buscar otras alternativas que hay muchas !

    Lo que aporta Javi en su comentario me parece muy interesante: el viaje como experiencia vital que casi diria ineludible. Aunque como bien matizas una empresa no te va a esperar 1año y después de ese año sigues sin tener experiencia.

    Gracias de nuevo por la referencia.

    Un abrazo.

    Julián.

    1. Gracias! Pensándolo un poco mejor, creo que si es bueno un año sabático; pero para incorporarte al mercado laboral, no para decidir unos estudios. El peligro de meterte a trabajar en la primera empresa que te selecciona es que el puesto te puede marcar tu evolución y formación profesional por muchos años.

      Aunque tampoco está ahora la cosa para ir haciendo experimentos …

      Gracias por contribuir al debate!

  4. El Reino Unido es un país que conozco. Ahí sí he podido ver cara a cara casos como lo que apuntaba Javi: Personas que bien al acabar la secundaria, bien al acabar la universidad, pasan un año fuera del país. Los que he conocido generalmente iban con alguna ONG. No era nada raro encontrar alguien que había aprendido español después de estar en América Latina.
    Al comparar esta situación con lo que vivimos en España me chocó bastante. Y ahí va mi opinión, personalísima como siempre: Creo que en España nunca hemos querido perder ni un solo segundo en cosas que no hacen engordar nuestro currículum. ¿Razón? Porque siempre, y digo siempre, ha sido difícil encontrar trabajo en España. La gente tiene miedo a hacer cosas que no le aporten, que le hagan parecer un bicho raro, que de una forma u otra le pongan en evidencia. No vaya a ser que el reclutador se lo tome mal y no nos quiera contratar.
    En ese sentido admiro esa libertad que muestran los británicos. Ellos saben que no van a tener problemas para encontrar trabajo después de volver. Ahora lo tienen un poco más difícil pero no se puede comparar con el caso español.
    Volviendo a lo que escribes en el artículo, que me voy de madre, veo que para tí las personas son muy importantes. No solamente en este post, en todo el blog lo dices mucho. Siendo así muchos deberían leer todo esto y aplicarse el cuento porque lo que yo percibo es lo contrario. El jefe es el jefe, tiene licencia para tratarte como le da la gana y si no te gusta ya sabes dónde está la puerta. He vivido, leído y escuchado tantas cosas así que estoy convencida de que la rara soy yo. En todo caso, estoy de acuerdo con tu punto de vista.

    1. Gracias Carolina!

      Sí, efectivamente para mí las personas están en el centro del todo: los miembros del equipo, tus iguales, tus superiores. ¡Y tus contratistas y clientes!AL final tratamos con personas, y la empatía y el respeto son cualidades fundamentales en el trabajo, como en la vida.

      Saludos,
      Ángel

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